Reciclaje

Ya Goethe había previsto estos tiempos. Con una imaginación visionaria creó a su Fausto a imagen del hombre universal, capaz de todo...capaz de ser todopoderoso...y en su contrariedad, capaz de humillarse antes los dioses. Esclavo y verdugo a la vez. Hasta llegar al hombre en medio del demonio del capitalismo. Un ser servil que más allá del hambre física, se ahoga en la sustancia de la demagogia de sus políticos enfermos.

Es un juego sisifesco. Los perseguidos de ayer son los verdugos de ahora; es un juego de nunca acabar. Se vive en el concepto y en el precepto y se olvidan las definiciones. La libertad deja de ser conceptual para quien ya la conoció, pero la responsabilidad de ser libre es un punto y aparte.

Reciclamos la basura de la sociedad y le damos poder para que nos dirija. Pisotean bajo sus pies la poca dignidad que nos queda, y encorvan nuestras espaldas para que les sirvamos siempre.

Muchos intelectuales, e incluso religiosos, proclaman un mundo nuevo, sin embargo, no están dispuestos a pagar el precio de la verdadera libertad, se arrinconan y cuando salen, reciclan al sistema que los parió, pero este mundo nuevo no puede existir sin hombres nuevos, y ahora las preguntas que resaltan son las siguientes: ¿Cómo se define el hombre nuevo? ¿Es este tiempo apto para ese tipo de hombre?

Es algo inevitable. Las cadenas nunca se oxidan antes que el esclavo muera, tienen que ser destruidas para vivir en libertad.

Necesitamos poetas, hombres de letras y de ideas claras. EL PERRO NEGRO HACE UN LLAMADO A TODOS AQUELLAS MUJERES Y HOMBRES QUE SABEN QUE LAS IDEAS BUENAS NO MERECEN SER SACRIFICADAS ANTES DE NACER.

http:negrokan.blogspot.com

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