Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y lo que es peor aún, el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático.

Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria, Cordoba 1918

El DOS DE OCTUBRE, PERDONADO Y OLVIDADO. ¿QUE ES LO QUE NOS QUEDA?

Cuarenta y tantos años hace de la sangrienta matanza en Tlatelolco. Desde entonces este espectro ha recorrido cientos y cientos de marchas, actos y conmemoraciones, todas por un mismo motivo, el martirio de miles de estudiantes que solamente pedían reformas a un sistema caduco, es decir a la administración priísta.

Nótese que en este movimiento no se cuestionaba en ningún momento la dominación y explotación de las estructuras del Estado y el capitalismo, mucho menos la enajenación que estas producen en el individuo y que permiten la reproducción de las mismas. No, las demandas eran reducidas a tomar ciertas medidas para que el sistema se democratizara, es decir, para que la participación política y la riqueza permearan a mas capas de la poblacion.
De ahí el origen y naturaleza de las movilizaciones subsecuentes, de ahí la diferencia entre un movimiento reformista como el del 68 en México, y uno verdaderamente revolucionario como una necesidad histórica.
En la actualidad como en aquella época, la universidad o las escuelas no son ni eran más que un reflejo -complejo si se quiere- de una sociedad dividida en clases. Aquellos que pretendan ver a los estudiantes como una categoría social aparte en la estratificación contribuyen a fragmentar lo ya dividido, a los explotados y excluidos, al proletariado.
Como ayer los estudiantes son esos individuos a los cuales no les pertenece nada, no son propietarios de medios de producción, ni de nada, y aunque suceda lo contrario no son por su propia condición la pequeña burguesía de hoy, talvez lo sean mañana, pero no de hoy.
Como ya dije la colectividad estudiantil universitaria no pertenece a un conjunto homogéneo, habrá quien por su origen se le justifique su conciencia aburguesada, estarán también los pobretones con su falsa conciencia a lo “RBD”. Seguramente algunos de estos pasaran a ocupar los altos puestos administrativos tanto privados como gubernamentales, los mas engrosaran las largas filas de desocupación, a lo mucho pasaran a formar el recambio de una generación de profesionales asalariados y clase medieros encargados e interesados en mantener el status quo (estado de las cosas), reaccionarios por naturaleza, aunque en el discurso algunos mantengan posiciones ambiguamente criticas, pero hasta ahí.
El estudiante bajo un contexto totalmente alienante y por lo general apático poco se interesa por la problemática social de la vida cotidiana, mucho menos por las causas reales que mantienen a esta sociedad en conflicto constante. Indiferente, la mayoría pasara su vida en las tinieblas de la ignorancia, sirviendo de eslabón en la larga cadena de la servidumbre. Pobres ineptos.
Algunos con algo de conciencia salen en fechas como la del 2 de octubre para hacer gala de su falso radicalismo, yéndose al final en paz a sus casas, sabiendo que cumplieron en memoria de aquellos caídos en el 68. ¡Hipócritas!
Como sabemos estas fechas son las favoritas de las auto proclamadas vanguardias de los oprimidos, siempre timoratas y guardianas de que las luchas sociales no se salgan de sus cauces por ellos establecidos. Estas siempre aconsejan el esperar y esperar mientras nuestros grilletes son remachados en el yunque de la tiranía.
De hecho muchas de aquellas minorías ideológicas seudo revolucionarias las cuales pretendían ir a la cabeza del movimiento estudiantil, hoy se revuelcan como putas a la izquierda del capital e insertándose en partidos políticos como el PRD (por ser el mas conocido) algunos se proclaman hasta supuestamente independientes.
¡Que falsedad! Seguramente los muertos de Tlatelolco se estarán revolviendo de ira en sus tumbas por ser utilizados como estandarte de semejante traición. Lo peor es ver que nuestros camaradas enarbolen esta lucha y la tomen como día de obligado de salir a las calles, no comprendiendo que la revolución se construye día a día y que la actitud de macho con activitis nos sitúa en el ojo del gran hermano o big brother (para que entienda el fresón universitario), lo cual hace aumentar el numero de nuestros caídos y merma la potencialidad apenas ínfima de nuestra lucha.
Es así que el hecho de aguardar a fechas especiales como este 2 de octubre pasado, me ha fastidiado a tal extremo que negarme a participar una vez mas en estos desfiles conmemorativos, cualquiera que sea y por cualquier limosna que se suplique, como la de justicia para los caídos, es lo mínimo que puede reclamar esta pluma (¡puagh!).
Habrá sin duda aquellos que tachen a este perro de incongruente, pequeño burgués o hasta reaccionario por no comprender el proceso histórico y el legado de aquellas luchas sesenteras, tal vez no sea mas que el reflejo del ambiente apático en que me desenvuelvo y que por lo demás es la causa de la muerte del movimiento estudiantil.
Mea culpa. Pero este negro can no concibe otra forma de enfrentar los gobiernos siempre asesinos y al capitalismo que nos consume más que manteniendo un conflicto permanente, frontal e intransigente.
No se me mal entienda, no es que no reconozca la valía de las luchas que nos preceden, se que esta guerra social y clasista es tan vieja como la misma civilización, sin embargo, lo único que habré de agradecerle a la generación del 68 es que nos hayan heredado un desafió de esta naturaleza, el cual nos exige de manera violenta el revolucionar o caminar a la barbarie.