Nuestra Divina Novela


“Vosotros, los que entráis aquí, abandonad toda esperanza”.
Dante Alighieri.

- El problema.

El presente trabajo nace de una acalorada discusión que se da a media luz en el cuarto de un hotel en una ciudad del centro de México. Ahí de una simple plática nos fuimos enfrascando hasta convertirla en una alegata de varias horas donde más de una de mis vanidades quedaron destrozadas. Finalmente pudimos llegar a conclusiones parciales pero poco esclarecedoras y que sirven de base para la siguiente exposición.
Escribo esto principalmente como una deuda para con Ella, con la finalidad de que la discusión nos permita en un futuro elaborar proyectos en conjunto. Pero también para los muchachos, los compañeros, cómplices en la tarea de comprender las ideas y prácticas que obstaculizan el verdadero progreso del género humano y que mantiene a las mayorías estupidizadas.
Al principio de la discusión se encuentra la imposibilidad de las personas por cambiar la sociedad en la que vive, la cual esta instituida en base a la dominación y explotación del hombre por el hombre.
Para todos es conocido los profundos cambios que ha sufrido la naturaleza a raíz de su sobreexplotación, esto sin duda amenaza la propia existencia del hombre. En el plano de las relaciones sociales, estas se presentan como una autentica carnicería, un conflicto social constante.
El revolucionario ruso Mikhaíl Bakunin explica que el instinto de dominación es tan salvaje como primitivo, lo ubica en la necesidad orgánica de los seres vivientes de luchar por su existencia; sin embargo, como bien nos dice, se ha ido humanizando pasando por el esclavismo e institucionalizando las relaciones de dominación hasta convertirlas en una dominación de carácter racional que abarca a todos los individuos en sus relaciones de la vida cotidiana, esto implica por su puesto “la explotación del trabajo asalariado por parte del capital y la opresión política, jurídica militar y policíaca por el Estado” (en Velasco, 1993. Pág., 169-170).
En la sociedad capitalista todo individuo contempla su realidad desde una perspectiva y necesidad de dominar y explotar, esto surge en la misma lógica del capitalismo que considera la sociedad simplemente en virtud de su utilidad material e individual. Sin embargo, se presenta una cuestión real surgida del fenómeno económico capitalista, que muestra a una sociedad no homogénea, sino dividida en clases sociales, donde necesariamente el conflicto surge y resurge como una lucha salvaje por el dominio y la prosperidad, donde no todos pueden ser ganadores, donde existen explotadores afortunados y desdichados, ya que toda explotación presupone individuos explotados, en este caso de un lado la burguesía y del otro el proletariado (Bakunin en Maximoff, 1978).
Como ya vimos, la sociedad humana vive en un estado constante de guerra o lucha, similar al que se vive en el mundo orgánico. Frente al comportamiento general de la sociedad surgen teorías seudo científicas basadas en un tipo de Darwinismo Social, las cuales legitiman la dominación y por lo tanto el conflicto. Afortunadamente existen estudios que rebaten lo anterior, los cuales ubican la sociedad como un producto histórico-cultural que permite rebasar los procesos psicológicos elementales propios del estado animal, es decir que el orden social se encuentra mas allá como un ambiente artificial, que sustituye los ambientes específicos en los que se desarrolla el resto del reino animal (Berger, 1998. Vigotsky, 1979). Esto de pie al cuestionamiento de las ideas que justifican la dominación que se efectúa de manera racional, las cuales no se encuentran determinadas en virtud de ninguna ley natural, sino que se justifican por una serie de formas de creación humana.
Sin embargo, al no existir similitud entre una sociedad de hormigas o abejas y una humana ¿Dónde y como surge la determinación social del genero humano?
Mi argumento principal intenta describir el proceso de institucionalización, la forma en que aprehendemos la sociedad y como la internalizamos para darle sentido y mantenerla en orden, aun y con la situación de conflicto en la que nos desenvolvemos. Pero también es una aproximación crítica al determinismo social que apunta finalmente a marchar en función de intereses específicos.

-La colmena.

Para Bakunin los seres humanos representan “un espectáculo… degradado”, una sociedad donde el individuo se encuentra “tan desesperadamente falto de iniciativa, fuerza de voluntad y mente”, y donde además estos se hayan “inevitablemente determinados”, y no solo por sus condiciones materiales, sino “ante todo de la naturaleza externa”. Esta determinación tan estricta, nos dice, se constituye por:

“incontables relaciones de carácter político, religioso, y social; por costumbres, usos y leyes, por un mundo de prejuicios o pensamientos lentamente desplegados durante los pasados siglos; por todo cuanto se encuentra ya presente en la sociedad al nacer, que no crea y de los cual son en primer lugar productos y mas tarde instrumentos”. (En Maximoff, 1978. Pág. 196).

Según lo anterior, la sociedad se muestra al individuo como algo heterónomo, algo con existencia incluso antes de su propia existencia. Al nacer va interpretando los acontecimientos que se le presentan y además va atribuyéndole significantes, los cuales se encargan de su socialización; esto explica la razón de que el individuo logre asumir y comprender el mundo que le rodea (Berger, 1998).
Veamos, tenemos por ejemplo a Ricardito, desde pequeño este miraba como su padre, jornalero “al otro lado”, se levantaba todos los días a las dos de la mañana para ir a trabajar a las tres; su madre se levantaba de igual forma que el hombre, o incluso hasta un poco mas temprano para alcanzar a preparar el lonche y el café de su marido. Los domingos la familia normalmente sale a pasear, aunque el padre siempre escoge a donde. En las fiestas siempre se escucha banda y norteño. Y lo más importante el recibió educación superior “al otro lado”, fue al College. Como vemos a Ricardo nunca le falto nada, de ahí tal vez su afición por comprar los artículos de lujo que están a la moda. Nuestro personaje también esta a punto de casarse, el próximo año contraerá matrimonio con una simple mortal que se piensa como la reencarnación de la mismísima Venus y que además de cabeza hueca se muestra sumisa y por demás cobarde. Ricardo siempre bebe “balas de plata”, y en su Cheyenne siempre se escuchan los últimos éxitos del narco corrido.
Este ejemplo, nos sugiere una relación entre lo que ha visto y vivido desde su infancia, como reflejo de su comportamiento posterior; es decir como un proceso interpersonal o “inter psíquico”, para luego internalizarlo a través de un proceso intrapsíquico (Vigotsky, 1979). Por medio de la interacción con sus padres fue aprehendiendo los significantes del amor, la familia, el dinero, etcétera; la habituación por su parte le permitió retener esas significaciones, y la interacción con la sociedad le ha mostrado y reforzado las ideas que comparte con el resto. Todo esto, nos dice Berger, logra “incrustarse como rutinas en su deposito general de conocimiento que da por establecido y que tiene a su alcance para sus proyectos futuros” (1998. Pág., 74).
Ricardo entonces se ha institucionalizado va al antro que todos van, beben la misma cerveza que beben los emigrados y escucha la música que idolatra el estilo de vida del narcotraficante, mismas que oyen los individuos desclasados como él.
La causa, como nos dice Berger, es que:

“las tipificaciones de las acciones habitualizadas que constituyen las instituciones, siempre se comparten, son accesibles a todos los integrantes de un grupo social, y la institución misma tipifica tanto a los actores como a las acciones individuales” (Berger, 1998. Pág., 76).

Berger (1998) explica que la conciencia solo logra retener un poco de todas las experiencias humanas, esa parte queda sedimentada en la memoria del individuo como un estereotipo. Igualmente señala que el lenguaje permite la objetivación de las experiencias compartidas para hacerlas accesibles a los demás. Por lo mismo, cuando nuestro personaje Ricardo gano el primer cheque del “part time” conseguido en un McDonald’s “al otro lado”, lo primero que hizo fue comprar un 36’s de cerveza americana, la razón es que la costumbre surgida a raíz de múltiples comentarios e interacciones con “rodinos” se fue insertando en su memoria, hasta formarse en su mente como algo obligado por hacer después de conseguir la paga.
Pero sigamos con nuestra historia; acto seguido y después de pasar al lado mexicano se dirigió con su novia, estos bebieron la cerveza y fueron a un hotel rumbo al aeropuerto, saliendo al amanecer la pareja va rumbo al ferrocarril dispuesto a comer tacos de borrego. En las tres ocasiones Ricardo cargo sin ninguna molestia con el total de la cuenta. La tipificación anterior surge en un contexto de una variedad de conocimientos sedimentados y que se presentan comunes en una colectividad en forma de roles. La tipología de los roles es necesaria para la institucionalización del comportamiento, luego entonces el rol encarna el orden institucional (Berger, 1998). Es asi que la pareja reproduce un papel que comparten con varios actores; aquí por ejemplo, el de novio caballero-proveedor y el de la novia complaciente, tal cual una telenovela de Televisa.
Para Castoriadis (1986), la institucionalización de la sociedad esta compuesta por todas las instituciones particulares, a saber todas y cada una de las instituciones sociales que articulan la vida cotidiana y los comportamientos comunes. Para él la sociedad articulada como un todo esta constituida como una intrincada red de significaciones las cuales penetran el conjunto social, lo orientan y lo dirigen. Es asi como la religión, la economía, la familia, la política, entre otras instituciones caracteriza nuestro comportamiento, aun y como ya vimos en nuestra introducción, bajo contradicciones y conflictos tan agudos.
El sociólogo norteamericano Peter Berger llama a estos significantes “universos simbólicos”, los cuales representan la totalidad de signos que dan coherencia como un todo al orden institucional. Además nos dice, son el origen de “todos los significados objetivados socialmente y subjetivamente reales”, y por su puesto son producto del despliegue humano en la historia (1998).
Castoriadis señala que toda esta red de significaciones, las cuales también llamare universos simbólicos con relación a Berger, funcionan como:

“El magma de significaciones imaginario sociales, las cuales son llevadas por la sociedad e incorporadas a ella y por decirlo asi la animan. Tales significaciones imaginario sociales son, por ejemplo: los espíritus, los dioses, Dios, la polis, el ciudadano, la nación, el Estado, el partido, la comodidad, el dinero, el capital la tasa de interés; el tabú, la virtud, el pecado, etc. Pero también son el hombre/la mujer/el niño tal como se especifican en una sociedad; mas allá de las definiciones puramente anatómicas o biológicas, el hombre, la mujer y el niño son lo que son en virtud de las significaciones imaginario sociales que los hace ser precisamente lo que son” (Castoriadis, 1986, Pág.,5).

Todos estos significantes o símbolos son compartidos por los individuos en la sociedad, y aunque ciertamente algunos le toman mas importancia que otros, este le proporciona coherencia lógica a su entorno, y al mismo tiempo lo capacita para que la aprehenda. Al mismo tiempo esta red de significaciones sirve para legitimar en el plano subjetivo la institución. El propósito lograr la integración de nuevas generaciones a través del contacto con los otros y por el conocimiento de los valores normativos de la sociedad. Este sistema de signos, tienen su origen en la acción cotidiana, aunque intenta dar significado a toda la realidad del individuo (Ansart 1967. Berger, 1998).
Tomemos de ejemplo a Diego, el nació en una familia acaudalada, fue a los mejores colegios católicos, estudio en el Tec de Monterrey , se afilio al PAN y además se convirtió en uno de sus lideres principales, y si a eso le sumamos que construyo lazos de interés con Carlos uno de los políticos mas influyentes del país, seguramente su imaginario consistirá en considerar la pobreza como una plaga, la política como fin de enriquecimiento, y asi mismo razonara que la educación sexual representa una perversión para las jóvenes generaciones. Como vemos, la interpretación ultra-conservadora que tiene de la vida es el resultado de una representación conciente y que surge de la totalidad de su práctica, esto va reforzándose por todo el conjunto de “ideorrealidades”, por utilizar el término de Proudhon (Ansart, 1967), que personas como Pedro el cual le limpia sus mocasines de marca, como Gómez que lo adula y obedece para llevar la política interna en México, o como su 40 años menor esposa que le da un status de enamoradizo y galán acaudalado, construyen a su alrededor y a partir de ellos. Todos estos personajes asumen por una variedad de significados el papel que representa Diego, pero también el suyo, el cual además cuenta con una biografía e historia propia, y asi todo se presenta como un gran espectáculo social.
Todas las ideas y representaciones (“ideorrealidades”) instituidas en la sociedad, incluso los sueños, nos dice Berger (1998); funcionan como un marco de interpretación de los hechos que nos rodean.
La sociedad al respecto siente como una amenaza aquello que considera hostil o “desviado” a su sistema de interpretación, a su propia lógica (Castoriadis, 1986). Esto indica que cualquier acción individual o colectiva que no se encuentre dentro de los cánones de la sociedad será sujeta a la coerción de la misma o de una parte de ella, sobre todo por parte de los interesados en mantener dicho universo simbólico.
Así cuando existe un cuestionamiento de la legitimidad institucional, la sociedad nos dice Berger, se encarga de elaborar una serie de mecanismos tanto violentos como conceptuales, con el fin de mantener su visión del mundo. De estos mecanismos sin duda surgen dos muy cuestionables: la terapia y la aniquilación. La primera surge como un mecanismo para “asegurarse que los desviados de hecho o en potencia, permanezcan dentro de las definiciones institucionalizadas de la sociedad”. La segunda aparece cuando la primera falla, o cuando el individuo o la colectividad no son de interés para la sociedad. La aniquilación se presenta como un “engranaje similar para liquidar conceptualmente [mas bien y por lo tanto también en la realidad] todo lo que este fuera de dicho universo simbólico”. El éxito de estos mecanismos dependerá directamente del poder de aquellos que manejen los universos simbólicos. (1998. Pág., 147).
Me gustaría exponer un ejemplo del mecanismo de terapia, el cual sugiere ya de primera un enfermo mental, aunque es justo decir que no solo así se pone en funcionamiento dicho mecanismo. Pero sigamos, a este paciente se le han detectado psicopatologías, específicamente cuadros esquizofrénicos avanzados. Mediante un tratamiento a base de medicamentos y terapias psicológicas ha logrado superar y sobrellevar su padecimiento; la medida se antojaba necesaria para sus allegados, especialmente para su padre el cual se sentía destrozado al verlo vestido de mujer por mandato de las voces. Afortunadamente para el padre y su universo simbólico la ciencia psiquiatrica logro intervenir a tiempo.
Ahora veamos el caso de la aniquilación la cual es una expresión negativa a las realidades que se presentan adversas a la mayoría (Berger, 1998). Tal es el caso de una tribu originaria en la Patagonia a la cual algunas corporaciones y el gobierno le alientan para que venda las tierras en las que habita, y que además son abundantes en recursos naturales. Ante la negativa del pueblo originario de ceder las tierras, tanto el gobierno como las corporaciones comenzaran por declararles una guerra de baja intensidad que finalmente logra parcialmente despojarlos después de la muerte de algunos nativos que se mostraban resistentes. La aniquilación al servir como uno de los mecanismos de coerción se encuentra totalmente legitimado por el cúmulo de significaciones imaginario sociales; esto les indica tanto a gobierno, como corporaciones el derecho que tiene la sociedad entera de verse beneficiado de las riquezas inconmensurables que se encuentran en sus tierras, además logra con esto plausibilidad en la opinión publica. Para ellos un supuesto bien común es perseguido, y desaparecer algunos de esos salvajes, incivilizados y ciudadanos de segunda, que por lo demás no comparten ni aprueban su marco interpretativo de la realidad no representa un problema moral.
Hasta aquí hemos visto el funcionamiento de la maquina que permite la marcha de la determinación social. En ella los individuos se encuentran sujetos a las funciones y tareas por la habituación, estas aparentemente se asemejan a células de un complejo cuerpo. Aunque en realidad, como ya advertimos son ellos mismos los que de manera coordinada e institucionalizada están marcando el sentido real de la organización social. En tales circunstancias nos dice Bakunin, los individuos en sociedad se vuelven simples objetos e instrumentos, ya que “la acción de esos individuos -su acción consiente e inconsciente- sobre la sociedad que los engendro es, en realidad, una acción misma de la sociedad sobre si, a través de sus miembros” (en Maximoff, 1978. Pág., 188).
Lo anterior sin duda hace referencia al concepto de enajenación. André Gorz nos dice que el teórico de la revolución Karl Marx desarrollo el concepto de Hegel y lo trajo al materialismo para darle su sentido actual. Gorz considera a la alienación como una “una objetivación objetivada desde fuera que niega la operación autónoma de quien la ha producido y en la cual el sujeto no se reconoce ya” (1982. Pág., 62). Esto expresa que el individuo conoce el objeto a través de la definición que le brinda la sociedad del mismo, por resultado se le reconoce como algo ya dado y no como producto-creación de la misma actividad humana y sobretodo con la posibilidad de ser transformado por el sujeto.
Para Marx, esto significa que el hombre no se experimenta así mismo como factor activo del mundo que le rodea, sino mas bien como algo totalmente ajeno, heterónomo como ya dijimos, incluso de sus propias creaciones. Para él alemán conforme la historia de la civilización avanza la alienación se acrecienta (en Fromm, 1987), entonces nuestro Régimen Social, el capitalismo, se convierte en su máxima expresión que se efectúa por la enajenación del trabajo, la cual arrebata al hombre el objeto de su producción. Para Marx lo anterior no puede significar más que un hombre des humanizado y solamente capaz de relacionarse con el mundo exterior en virtud de su utilidad, ya sea esto por la desposesión o por el consumo desmedido (en Fromm, 1987).
Con la evolución capitalista la teoría y prácticas burguesas se van convirtiendo en conciencia social para el proletariado. Esto debido principalmente a que el dominio de la burguesía es el del capital, lo cual crea la tendencia a organizar la sociedad conforme a sus intereses, a conformar toda una “visión del mundo” y sobre todo a que se forme una conciencia en la creencia de su propia vocación para dirigir los destinos del conjunto de la sociedad (Lukács, 1969). En esto sin duda reside el carácter fundamental para el mantenimiento de toda esa red de significaciones, todos esos universos simbólicos que legitiman el despliegue practico de nuestra sociedad, la cual permite la creación de aparatos coercitivos que permiten el funcionamiento del orden existente, el cual sin duda reproduce la alienación en la que el hombre finalmente se cosifica.

-El fin del camino o la escalera al cielo.

Sin duda el régimen social capitalista representa un obstáculo en el desarrollo histórico del hombre. La historia de la civilización ha sido la de la depredación, desposesión y conquista en nombre de ella misma, al mismo tiempo la de la institucionalización de la separación del conjunto social del poder político y del excedente de la producción, de donde de forma dialéctica surgen institucionalizados el Estado, la propiedad privada y las ideas jurídicas que las sostienen. Esto sin duda produjo desigualdades y contradicciones en todas las sociedades donde arraigaba la civilización, de hecho cada progreso en ella no pudo ser sino un retroceso para la condición de las clases oprimidas. Finalmente el Capitalismo no es más que la re conceptualización de las ideas que sostenían al esclavismo. Es el producto del hombre y se mantiene solo por la acción del hombre. La originalidad consiste en que bajo tal régimen social las contradicciones se han exacerbado y la cuestión económica se ha reducido a la confrontación de dos clases.
La burguesía y sobre todo la elite organizada es la principal beneficiaria de la lógica de nuestra sociedad, por lo mismo se muestra la mas interesada en mantener el status quo. El proletariado por su parte (y por su puesto en nuestra época debe ir mas allá del obrerismo), ha sufrido la enajenación de la sociedad burguesa misma que no le permite concebirse como una clase en si, mucho menos con intereses propios.
Hoy más que nunca debido a la injerencia que hemos tenido sobre la naturaleza, pero sobre todo a que la carnicería, y el conflicto social amenazan con resquebrajar y sobrepasar el orden burgués por los efectos deshumanizadores que produce este en el individuo, el cual “es pero no es”, se torna necesario construir una iniciativa política distinta.
Como ya vimos no existe la mano invisible que mueve nuestra historia, por lo mismo se vuelve de vital importancia el sobrepasar la sociedad capitalista. Es sin duda el proletariado, por ser la clase social contraria y sobre la que se erige el desarrollo burgués, la que debiera tener la iniciativa. Sin embargo la alienación se presenta como el obstáculo mental que no permite al sujeto proletario trabajar por su autonomía, por la creación de la clase para si, avocada a la realización de sus propios fines y la superación de su condición de explotado.
Lo contrario representa sin duda, primero una revolución en la subjetividad, una rebelión de la voluntad, y sin lugar a dudas el conocimiento global de la situación actual del proletariado y de su explotación. Para concretar la formulación de una praxis que logre superar las instituciones del régimen del Capital y transformarlas, con el fin de poder llevar la emancipación proletaria y por su conducto la creación de una sociedad liberada.

Referencias.
Ansart, Pierre. (1967) Sociología de Proudhon. Argentina. ED. Proyección.

Berger, Peter. (1998) Construcción Social de la Realidad. Argentina. ED. Amorrortu. (Pp. 74, 76, y 147).

Castoriadis, Cornelius (1986) El Campo de lo Social Histórico. Estudios filosofía/ historia/ letras primavera. ITAM Pág. 5.Consultado el 15 de noviembre 2009 en http.//www.hemerodigital.unam.mx/ANUIES/itam/estudios/estudio04/sec3.html

Fromm, Erich (1978). Marx y su Concepto del Hombre. México. ED. FCE.

Gorz. André (1986). Historia y Enajenación. México. ED. FCE. Pág., 62.

Lukács, George (1969). Historia y conciencia de clase. México. ED. Grijalbo.

Maximoff, Gregory (1978). Mijaíl Bakunin, Escritos de Filosofía Política vol. I. España. ED. Alianza. Pp. 188 y 196.

Velasco, Demetrio (1993). Ética y Poder Político en M. Bakunin. España. ED. Universidad de Deusto. Pág., 169-170.

Vygotsky, Lev (1979). El Desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores. España. ED. Grijalbo.

1 comentarios:

Unknown dijo...
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